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Competitividad, Innovaciòn y Desarrollo Econòmico Local
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martes
Son emprendedores los programas para desarrollar Emprendimientos?
1.-Introducción
“Sembrar en terreno fértil” es la consigna que han utilizado varios programas de apoyo a emprendimientos que buscan consolidar iniciativas económicas de pequeña escala y optimizar los resultados de los recursos invertidos. Con este objeto se pide a las personas que deseen participar de estos programas que demuestren que poseen competencias emprendedoras. No obstante, los programas no siempre tienen los impactos buscados y una gran proporción de las iniciativas apoyadas no se sustentan.
En esta ponencia revisamos cuales son estas competencias requeridas para que los emprendimientos apoyados tengan mayor probabilidad de éxito y nos preguntamos si los programas cumplen también estos mismos requerimientos.
Revisar los programas de apoyo al emprendimiento a la luz de los enfoques sobre competencias emprendedoras nos da varias pistas para rediseñarlos o fortalecerlos, colocándolos en mayor sintonía con los mismos conceptos de emprendimiento e innovación que estos buscan desarrollar. .
Nuestra reflexión proviene básicamente de la experiencia de la Fundación Trabajo para un Hermano de Concepción, institución con ya 20 años de trabajo en este ámbito, ejecutando decenas de proyectos en diversos programas públicos. A la vez se nutre de las interacciones de colaboración con instituciones públicas y privadas que trabajan en este ámbito.
2.- Las Competencias Emprendedoras
Durante años en las diversas acciones de fomento de emprendimiento de la Fundación TPH hemos utilizado la denominación de conductas o características emprendedoras difundida en la metodología CEFE (Competency Based Economies Through Formation of Enterprise), Desarrollo de la Competencia Profesional Para la Formación de Empresarios.
CEFE, como metodología de formación, dispone de ejercicios para fortalecer las capacidades emprendedoras, las cuales ha sistematizado recogiendo los resultados de diversos estudios para trabajar con la premisa de la existencia de un conjunto de características presentes en las personas que obtienen buenos resultados como empresarios.
El estudio base fue encargado por la Agencia de Desarrollo Internacional de Estados Unidos de Norteamérica durante 5 años, en tres continentes distintos y determinó más de 70 patrones de conducta que se reiteraban en distintas personas con “éxito en emprendimientos” en los diferentes países. Luego estos patrones se agruparon en diez conductas o Características Emprendedoras Personales, las cuales se presentan en tres conjuntos asociados a la búsqueda de Logro o éxito; a la proyección en el tiempo con planificación y al poder personal asociado a la capacidad de internalizar, valorar y activar los recursos personales.
Este estudio fue realizado por la institución de investigación MSI, la cual traspaso el estudio, entre a otros, a la Agencia de Cooperación Técnica del Gobierno Alemán. Y este lo aplico en el diseño de sus programas de fomento para el desarrollo de países pobres, en donde se genero y difunde la metodología de enseñanza C.E.F.E. (ver www.cefe.net)
Estas 10 Características Emprendedoras Personales[1] son las siguientes: en el Conjunto de Logro estan la Búsqueda de oportunidades e Iniciativas; Correr Riesgos Calculados; Exigencia de Calidad y Eficiencia; Persistencia y Cumplimiento de Compromisos. En el Conjunto de Planificación esta la Búsqueda de Información; Fijar Metas y Planificación y Control Sistemático y por último en el Conjunto de Poder esta la Persuasión y Elaboración de Redes y la Auto confianza e Independencia.
3.- Las Conductas Emprendedoras como Condiciones Esenciales para el Desarrollo de Emprendimientos
Es cada vez mas frecuente el uso de este conjunto de características o de otras denominaciones similares en diversos instrumentos consignados en los procesos de selección de postulantes a programas de apoyo. A la vez se busca fortalecerlas en los usuarios a través de talleres de formación, encuentros y seminarios que con diversa intensidad consigan los programas y proyectos.
De esta manera la existencia de conductas emprendedoras en los participantes de programas de apoyo al emprendimiento se ha difundido como una condición esencial para el logro de mejores resultados en estos instrumentos. Es una primera constatación que no siempre ha sido considerada y que aun esta ausente de una serie de programas que pretenden fortalecer emprendimientos sin detenerse a considerar con profundidad las competencias emprendedoras de sus participantes.
La experiencia de los programas de apoyo a emprendimientos a pequeña escala muestra sin duda que los mayores éxitos se encuentra en las personas y grupos donde este conjunto de conductas esta mas presente. Poseer un buen dominio de estas características e incorporarlas en los procedimientos que utilizamos en los programas aparece como una necesidad básica si buscamos obtener buenos resultados en términos de sosteniblidad de los emprendimientos.
El requerimiento anterior nos determina una primera opción en términos de focalizar en quienes poseen un mayor desarrollo de conductas emprendedoras.
La existencia de financiamiento para inversiones, de conocimientos técnicos, de capacidad de gestión o de canales de comercialización constituye condiciones necesarias, pero no suficientes, para el desarrollo de emprendimientos. La condición esencial es la existencia de conductas de emprendimiento.
Si queremos expandir los emprendimientos y que estos sean sostenibles se requiere considerar esta premisa, y, como hemos mencionado, insertarla en los procedimientos de selección. Y nos conduce a la vez a utilizar herramientas para contribuir a desarrollar en nuestros grupos objetivos estas conductas emprendedoras. En la actualidad existen múltiples actores trabajando en programas de apoyo a emprendimientos, Municipios, establecimientos educacionales, servicios públicos, Ongs, Redes. El aprendizaje sobre las conductas emprendedoras es un elemento central que nos permite una mejor elaboración de los diversos procesos, que hemos mencionado van desde la inducción y formación de estas conductas a las acciones de canalización de recursos de diverso tipo.
La generación de una cultura mas emprendedora es una objetivo complementario que requiere de programas diferentes de los que buscan generar emprendimientos en el corto o mediano plazo. Sin duda este último es un propósito que tiene aun un bajo nivel de desarrollo en nuestro país.
4.- Características Emprendedoras al interior de los Programas de Emprendimiento
Una condición que a nuestro juicio no esta suficientemente asumida por los programas de emprendimiento se refiere a la necesidad que en ellos mismos contengan estas características. Revisar los niveles en que en los programas poseen las conductas de emprendimiento nos parece una tarea fundamental si queremos asumir el conjunto de elementos que inciden en los resultados.
El desarrollo de emprendimientos involucra tanto a personas y grupos que lo buscan y trabajan por ello, como asimismo a personas e instituciones que diseñan y ejecutan los programas. Un buen ejercicio es entonces evaluarse a la luz de esta características. Si son esenciales para el éxito de emprendimientos de cualquier tipo, su existencia en las instituciones es también un requisito para el logro de buenos resultados en los mismos proyectos de apoyo.
Cada programa o iniciativa deberá generarse sus propios parámetros para medir en que grado están instaladas estas conductas. ¿Cuales tiene más fuertes y cuales debe desarrollar? Una reflexión en los equipos de trabajo que nos conduzca a establecer indicadores para evaluar, por ejemplo en una escala de uno a siete, en que grado se esta en cada una de las 10 características nos dará sin duda una información relevante para mejorar nuestros programas.
Al revisar los programa de acuerdo a estas categorías, nos encontraremos con un gran cantidad de desafíos para hacer más emprendedoras las iniciativas de apoyo al emprendimiento.
En síntesis, la reflexión anterior sugiere una segunda proposición, que se refiere a que el Desarrollo de Emprendimiento involucra tanto a personas y comunidades que lo pretenden, como asimismo a personas e instituciones que diseñan y ejecutan programas.
Abordar esta propuesta implica asumir nuevas interacciones entre los diversos actores que intervienen en los programas. Muchos de los programas en la actualidad solo consideran transferencias de recursos y relaciones de delegación de actores centrales hacia actores locales que actúan como implementadores de decisiones surgidas en otros niveles. Esta misma relación de dependencia atenta con el desarrollo de las características emprendedoras en los mismos actores que, como hemos mencionado, tienen también incidencia en los resultados de los programas.
Pasar de estas relaciones de dependencia a interacciones de aprendizaje, de comunicación, de coordinación, de intervención mas sistémica es un requerimiento para permitir la expansión de las capacidades emprendedoras al interior de los mismos programas.
5.- Reconceptualizar los Programas
Asumir el requerimiento de desarrollar conductas emprendedoras en las personas e instituciones que llevan a cabo o intervienen en programas de apoyo al emprendimiento supone la necesidad de una reconceptualización de lo que han sido la tendencia de la política de apoyo al emprendimiento.
Instituciones más emprendedoras en las diversas localidades conlleva a la necesidad de una mayor descentralización en las decisiones sobre uso de recursos. Nos plantea el diseño de nuevos canales de comunicación y participación y la apertura a diseños innovadores y seguramente más complejos e integrales. Mayor emprendimiento en los actores institucionales locales dará lugar a una mayor conexión con las particularidades de cada grupo y territorio y en consecuencia a visiones más diversas e integrales respecto de las intervenciones necesarias. De allí la necesidad de nuevas interacciones que permitan canalizar este nuevo aporte que se gesta en las localidades al aumentar este fundamental factor de desarrollo que son los propios actores emprendedores en los territorios.
Jorge Tagle Vargas
“Sembrar en terreno fértil” es la consigna que han utilizado varios programas de apoyo a emprendimientos que buscan consolidar iniciativas económicas de pequeña escala y optimizar los resultados de los recursos invertidos. Con este objeto se pide a las personas que deseen participar de estos programas que demuestren que poseen competencias emprendedoras. No obstante, los programas no siempre tienen los impactos buscados y una gran proporción de las iniciativas apoyadas no se sustentan.
En esta ponencia revisamos cuales son estas competencias requeridas para que los emprendimientos apoyados tengan mayor probabilidad de éxito y nos preguntamos si los programas cumplen también estos mismos requerimientos.
Revisar los programas de apoyo al emprendimiento a la luz de los enfoques sobre competencias emprendedoras nos da varias pistas para rediseñarlos o fortalecerlos, colocándolos en mayor sintonía con los mismos conceptos de emprendimiento e innovación que estos buscan desarrollar. .
Nuestra reflexión proviene básicamente de la experiencia de la Fundación Trabajo para un Hermano de Concepción, institución con ya 20 años de trabajo en este ámbito, ejecutando decenas de proyectos en diversos programas públicos. A la vez se nutre de las interacciones de colaboración con instituciones públicas y privadas que trabajan en este ámbito.
2.- Las Competencias Emprendedoras
Durante años en las diversas acciones de fomento de emprendimiento de la Fundación TPH hemos utilizado la denominación de conductas o características emprendedoras difundida en la metodología CEFE (Competency Based Economies Through Formation of Enterprise), Desarrollo de la Competencia Profesional Para la Formación de Empresarios.
CEFE, como metodología de formación, dispone de ejercicios para fortalecer las capacidades emprendedoras, las cuales ha sistematizado recogiendo los resultados de diversos estudios para trabajar con la premisa de la existencia de un conjunto de características presentes en las personas que obtienen buenos resultados como empresarios.
El estudio base fue encargado por la Agencia de Desarrollo Internacional de Estados Unidos de Norteamérica durante 5 años, en tres continentes distintos y determinó más de 70 patrones de conducta que se reiteraban en distintas personas con “éxito en emprendimientos” en los diferentes países. Luego estos patrones se agruparon en diez conductas o Características Emprendedoras Personales, las cuales se presentan en tres conjuntos asociados a la búsqueda de Logro o éxito; a la proyección en el tiempo con planificación y al poder personal asociado a la capacidad de internalizar, valorar y activar los recursos personales.
Este estudio fue realizado por la institución de investigación MSI, la cual traspaso el estudio, entre a otros, a la Agencia de Cooperación Técnica del Gobierno Alemán. Y este lo aplico en el diseño de sus programas de fomento para el desarrollo de países pobres, en donde se genero y difunde la metodología de enseñanza C.E.F.E. (ver www.cefe.net)
Estas 10 Características Emprendedoras Personales[1] son las siguientes: en el Conjunto de Logro estan la Búsqueda de oportunidades e Iniciativas; Correr Riesgos Calculados; Exigencia de Calidad y Eficiencia; Persistencia y Cumplimiento de Compromisos. En el Conjunto de Planificación esta la Búsqueda de Información; Fijar Metas y Planificación y Control Sistemático y por último en el Conjunto de Poder esta la Persuasión y Elaboración de Redes y la Auto confianza e Independencia.
3.- Las Conductas Emprendedoras como Condiciones Esenciales para el Desarrollo de Emprendimientos
Es cada vez mas frecuente el uso de este conjunto de características o de otras denominaciones similares en diversos instrumentos consignados en los procesos de selección de postulantes a programas de apoyo. A la vez se busca fortalecerlas en los usuarios a través de talleres de formación, encuentros y seminarios que con diversa intensidad consigan los programas y proyectos.
De esta manera la existencia de conductas emprendedoras en los participantes de programas de apoyo al emprendimiento se ha difundido como una condición esencial para el logro de mejores resultados en estos instrumentos. Es una primera constatación que no siempre ha sido considerada y que aun esta ausente de una serie de programas que pretenden fortalecer emprendimientos sin detenerse a considerar con profundidad las competencias emprendedoras de sus participantes.
La experiencia de los programas de apoyo a emprendimientos a pequeña escala muestra sin duda que los mayores éxitos se encuentra en las personas y grupos donde este conjunto de conductas esta mas presente. Poseer un buen dominio de estas características e incorporarlas en los procedimientos que utilizamos en los programas aparece como una necesidad básica si buscamos obtener buenos resultados en términos de sosteniblidad de los emprendimientos.
El requerimiento anterior nos determina una primera opción en términos de focalizar en quienes poseen un mayor desarrollo de conductas emprendedoras.
La existencia de financiamiento para inversiones, de conocimientos técnicos, de capacidad de gestión o de canales de comercialización constituye condiciones necesarias, pero no suficientes, para el desarrollo de emprendimientos. La condición esencial es la existencia de conductas de emprendimiento.
Si queremos expandir los emprendimientos y que estos sean sostenibles se requiere considerar esta premisa, y, como hemos mencionado, insertarla en los procedimientos de selección. Y nos conduce a la vez a utilizar herramientas para contribuir a desarrollar en nuestros grupos objetivos estas conductas emprendedoras. En la actualidad existen múltiples actores trabajando en programas de apoyo a emprendimientos, Municipios, establecimientos educacionales, servicios públicos, Ongs, Redes. El aprendizaje sobre las conductas emprendedoras es un elemento central que nos permite una mejor elaboración de los diversos procesos, que hemos mencionado van desde la inducción y formación de estas conductas a las acciones de canalización de recursos de diverso tipo.
La generación de una cultura mas emprendedora es una objetivo complementario que requiere de programas diferentes de los que buscan generar emprendimientos en el corto o mediano plazo. Sin duda este último es un propósito que tiene aun un bajo nivel de desarrollo en nuestro país.
4.- Características Emprendedoras al interior de los Programas de Emprendimiento
Una condición que a nuestro juicio no esta suficientemente asumida por los programas de emprendimiento se refiere a la necesidad que en ellos mismos contengan estas características. Revisar los niveles en que en los programas poseen las conductas de emprendimiento nos parece una tarea fundamental si queremos asumir el conjunto de elementos que inciden en los resultados.
El desarrollo de emprendimientos involucra tanto a personas y grupos que lo buscan y trabajan por ello, como asimismo a personas e instituciones que diseñan y ejecutan los programas. Un buen ejercicio es entonces evaluarse a la luz de esta características. Si son esenciales para el éxito de emprendimientos de cualquier tipo, su existencia en las instituciones es también un requisito para el logro de buenos resultados en los mismos proyectos de apoyo.
Cada programa o iniciativa deberá generarse sus propios parámetros para medir en que grado están instaladas estas conductas. ¿Cuales tiene más fuertes y cuales debe desarrollar? Una reflexión en los equipos de trabajo que nos conduzca a establecer indicadores para evaluar, por ejemplo en una escala de uno a siete, en que grado se esta en cada una de las 10 características nos dará sin duda una información relevante para mejorar nuestros programas.
Al revisar los programa de acuerdo a estas categorías, nos encontraremos con un gran cantidad de desafíos para hacer más emprendedoras las iniciativas de apoyo al emprendimiento.
En síntesis, la reflexión anterior sugiere una segunda proposición, que se refiere a que el Desarrollo de Emprendimiento involucra tanto a personas y comunidades que lo pretenden, como asimismo a personas e instituciones que diseñan y ejecutan programas.
Abordar esta propuesta implica asumir nuevas interacciones entre los diversos actores que intervienen en los programas. Muchos de los programas en la actualidad solo consideran transferencias de recursos y relaciones de delegación de actores centrales hacia actores locales que actúan como implementadores de decisiones surgidas en otros niveles. Esta misma relación de dependencia atenta con el desarrollo de las características emprendedoras en los mismos actores que, como hemos mencionado, tienen también incidencia en los resultados de los programas.
Pasar de estas relaciones de dependencia a interacciones de aprendizaje, de comunicación, de coordinación, de intervención mas sistémica es un requerimiento para permitir la expansión de las capacidades emprendedoras al interior de los mismos programas.
5.- Reconceptualizar los Programas
Asumir el requerimiento de desarrollar conductas emprendedoras en las personas e instituciones que llevan a cabo o intervienen en programas de apoyo al emprendimiento supone la necesidad de una reconceptualización de lo que han sido la tendencia de la política de apoyo al emprendimiento.
Instituciones más emprendedoras en las diversas localidades conlleva a la necesidad de una mayor descentralización en las decisiones sobre uso de recursos. Nos plantea el diseño de nuevos canales de comunicación y participación y la apertura a diseños innovadores y seguramente más complejos e integrales. Mayor emprendimiento en los actores institucionales locales dará lugar a una mayor conexión con las particularidades de cada grupo y territorio y en consecuencia a visiones más diversas e integrales respecto de las intervenciones necesarias. De allí la necesidad de nuevas interacciones que permitan canalizar este nuevo aporte que se gesta en las localidades al aumentar este fundamental factor de desarrollo que son los propios actores emprendedores en los territorios.
Jorge Tagle Vargas
lunes
Talleres Comunales
A un total de 15 Municipios se esta desplazando el equipo de TPH que labora en el Programa “Capacitación y Fortalecimiento de las Instancias Público-Privadas para el Desarrollo Económico Local en Territorios de la Región del Bío Bío” en su componente “Fortalecimiento Organizacional para el Desarrollo Económico Local y Fomento Productivo en las Municipalidades”. Talleres y asesorias para fortalecer los equipos trabajo, elaborar estrategias de intervención, mejorar la atención al cliente, desarrollar programas de emprendimiento, entre otros son los temas abordados por el equipo TPH.
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